El centro de Olbeira (Vilanova de Arousa, La Coruña) fue escenario ayer de una jornada pastoral para sacerdotes. Entre los ponentes estuvieron el Arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina, y el profesor Ramiro Pellitero, de la Universidad de Navarra
Este último habló ante un auditorio de un centenar de sacerdotes de “Fidelidad a Cristo. La espiritualidad sacerdotal”. «Para que el sacerdote sea fiel a Cristo tiene que buscar la santidad personal, tiene que ser una buena persona y un buen cristiano y para ello debe apoyarse en sus propios deberes, la misa, la oración, la predicación y en el servicio a la gente», explica.
La Iglesia tiene crisis de vocaciones ¿cómo afrontan el problema?
Este es un problema de hace años, un problema que tiene muchas caras y muchos factores, como el descenso de la natalidad y que después de los años setenta hubo una pérdida de fe en muchas familias. Lo que se quiere hacer es actuar en muchas bandas. Lo más importante es que los sacerdotes mismos tomen conciencia de que se puede seguir teniendo sacerdotes si se les dice a las familias que los sacerdotes son para ellos. Un sacerdote no vive para sí mismo, vive para los demás.
En su ponencia decía que los sacerdotes no deben quedarse en el “Olimpo”. ¿No cree que cuestiones como la del celibato mantiene a los curas al margen de la sociedad actual?
Parte de la opinión pública piensa que el celibato mantiene a los sacerdotes fuera de la sociedad, y eso es una equivocación. El celibato no aleja a los sacerdotes de la gente. Más bien al contrario. Precisamente por ser célibes, los sacerdotes se parecen más a Cristo, porque eso hace que puedan tener más dedicación para la gente y, por tanto, ser más libres.
Se habla también estos días de la entrada de los sacerdotes anglicanos en la Iglesia católica. ¿No es esto un agravio comparativo?
Pienso que no supone ningún problema. Esto no es una cosa de la noche para la mañana. Quizá en un principio pueda confundir a alguien, pero va a servir para aclararle a mucha gente las ideas de lo que es la Iglesia y la fe.
¿Si no hubiera celibato habría más vocaciones?
La Iglesia ha ido viendo desde los primeros siglos —hubo sacerdotes casados, incluso los apóstoles— que cada vez más y no cada vez menos, el celibato es interesante. Puede que en muchos sectores no se comprenda porque ven a la Iglesia con ojos sociológicos, pero si se mira con una perspectiva cristiana, me parece que si se quitara el celibato no ayudaría sino que rebajaría la sustancia de lo que es ser sacerdote. Le quitaría al sacerdote tiempo y disponibilidad, y creo que no ayudaría a tener más vocaciones. En todo caso, el celibato no se quitará.
El aborto es otro de los asuntos candentes en las relaciones Iglesia-Estado y el profesor Ramiro Pellitero tampoco elude esta cuestión.
Dice la Iglesia que va a excomulgar a los políticos que voten la ley del aborto ¿no les aleja eso de la gente?
Hay gente a la que le puede resultar escandaloso pero debería estar mejor informada. Quien ha cometido o colabora en un aborto puede saber que eso está unido a la excomunión, él mismo se ha puesto en esa situación. Nadie te ha excomulgado. Además, esto no es de ahora. Lo que es de ahora es que se plantee en España porque en Estados Unidos llevamos ya tiempo con este tema; que un político se acerque a recibir la comunión y el obispo no se la dé, en Estados Unidos ya se hace. Si estás reñido con una familia ¿qué quieres, que el día de la fiesta, delante de la familia, te inviten al pastel? Por lo demás, este tema se está inflando por las necesidades de los medios de comunicación. Debería verse la perspectiva lógica de la cuestión.
Esa perspectiva lógica quizá se eche en falta en otras cuestiones. A veces la Iglesia no es tan coherente como pretende serlo en el caso del aborto.
Es verdad que se podría ser más coherente y en todas las cosas. Pero cien mil abortos en este país al año, eso es un hecho muy grave.
Las relaciones con el Gobierno Zapatero pasan por horas bajas ¿Cómo cree usted que perciben los católicos este enfrentamiento?
Pienso que la gente tiene las ideas más claras. A veces parece que hay campañas orquestadas contra la Iglesia. Muchos periodistas también son cristianos y deberían ser más plurales. En las cosas importantes veo que hay poco diálogo.
Fuente: La Voz de Galicia, 18 de noviembre de 2009